Reconocidos a nivel mundial en 1975 por una canción que no es cualquier canción sino una genialidad, una obra maestra de la producción y la ingeniería de sonido que, de paso, fue determinante para toda una generación exitosa como Bowie, Queen, T-Rex o The Sweet. Pero más allá de esa obra memorable que los puso a sonar en los oídos de todo el planeta, 10cc es mucho más que “I´m Not In Love”. Fue una banda liderada hasta 1976 por cuatro músicos avanzados a los que los egos y las ambiciones artísticas les pasaron factura tras dejar cuatro excepcionales álbumes entre 1973 y 1976. Los tentáculos de 10cc nos llevan a Mánchester, a mediados de la Invasión Británica, cuando los Wayne Fontana and the Mindbenders (reconocidos por los éxitos “Groovy Kind of Love” y “The Game of Love”) eran el orgullo de la ciudad. Y ahí, con bajo perfil y mucho talento creativo, estaba el joven guitarrista Eric Stewart como coequipero del grupo, al que se sumó el ex Mermelade Graham Gouldman en 1968 como nuevo bajista y justo cuando pasaron a llamarse simplemente The Mindbenders. A finales de la década de los sesenta, Gouldman se encontraba trabajando en unos demos en los Strawberry Studios de Stockport, muy cerca de Mánchester, y de los que Stewart era copropietario. Allí se reencontró con dos viejos conocidos de la secundaria: Kevin Godley y Lol Creme, músicos que también solían grabar en esos estudios. Esas afortunadas coincidencias y reencuentros entre amigos y colegas fueron determinantes para la formación de 10cc.
Los cuatro futuros miembros de 10cc establecieron hacia 1970 una fructífera relación creativa y laboral que les permitió componer canciones para otros artistas, entre ellos los Hollies y los Yardbirds. Paralelo a ese proceso, a Godley, Creme y Gouldman se les ocurrió que era el momento de formar una banda y probar suerte con un sencillo en la radio inglesa. Bajo el nombre de Hotlegs, el trío grabó el tema “Neanderthal Man”, una canción que surgió como un ejercicio creativo en el estudio y que les daría las claves para lo que sucedería cinco años más tarde con “I´m Not In Love”. Sin esperar mucho de la canción, al cabo de unas semanas se enteraron de que llegó al número 2 en listas inglesas, con ventas que superaron el medio millón de copias. Acababan de abrir la caja de Pandora y no había vuelta atrás. Parte del éxito de esa canción fue el trabajo en el estudio para construirla a partir de un ejercicio de sobreponer capas de la batería sobre la voz, el instrumento que lidera el ritmo de la canción con una guitarra rasgueada que años más tarde usaría o emularía Marc Bolan en T-Rex. Las conexiones son irrefutables.
El inesperado éxito de su primer sencillo como Hotlegs los motivó a componer otras canciones como “Today”, “Warm Me” y “Waterfall”, todas con la presencia de Stewart a quien le pareció apropiado ofrecer la banda al sello Apple Records de los Beatles, donde Badfinger estaba construyendo una importante reputación en Inglaterra. Sin embargo, a los ejecutivos de Apple les pareció que a los Hotlegs / Festival les faltaba fuerza comercial para ser tomados en cuenta. Las ironías de la historia de la música, ¿no?
“Waterfall”, la canción que rechazó Apple, tuvo un as bajo la manga, inspiración de Godley & Creme: “Donna”. Stewart conocía al hombre que le dio el primer impulso a Genesis en los días previos a la llegada de Hackett y Collins y decidió mostrársela en los estudios Strawberry. Jonathan King, dueño de UK Records, no lo dudó y entendió que estaba siendo testigo de un futuro éxito. Pero había un problema: el nombre Hotlegs no le convencía. Al cabo de unos días les sugirió cambiarlo por 10cc, que según contó le llegó en un sueño. King firmó con 10cc para producir dos álbumes y lanzó en septiembre de 1972 el sencillo “Donna”, elegido por la BBC como el tema del mes y logrando un inesperado número 2 en listas británicas. El álbum debut homónimo de 10cc se lanzó en julio de 1973, con un impacto menor en listas inglesas, a pesar del éxito de “Donna” y “Rubber Bullets” que llegó al número 1 en Inglaterra y logró colarse en listas de mediana popularidad en Estados Unidos.
Sin nada que perder, 10cc se mantuvo firme a la idea de experimentar y de crear piezas avanzadas sin la presión de lograr éxitos para la radio. Desarrollaron una habilidad inigualable en ese momento para dar pasos avanzados en producción musical. Si se oye detenidamente sus primeros dos álbumes, especialmente Sheet Music (1974), hay una serie de experiencias sonoras y musicales que rompen con los cánones del momento. No fue una banda fácil de encasillar pues su música tenía elementos del pop, el jazz, el rock sinfónico, algo de doo-wop, folk, entre otros estilos. Era una mezcla de Zappa, con The Beatles y el Genesis más pop de los días de Tresspass y Foxtrot, sin sonar exacto a ellos. Y ahí radica parte de la magia de una banda que siempre estuvo un paso delante de sus pares. El segundo álbum de 10cc logró lo que King esperaba del primero: llegar al top 10 de álbumes más vendidos del Reino Unido y de pasó impactar en Estados Unidos.
A pesar del éxito de Sheet Music, algunos problemas financieros del sello de Jonathan King llevaron a 10cc a replantear su acuerdo con el productor. La discográfica Philips Phonogram apareció a finales de 1974 en el radar del grupo con un acuerdo que les cambió las reglas del juego. Ofrecieron pagarle a Jonathan King lo necesario para quedarse con los derechos de los dos primeros discos y para cerrar un contrato para grabar cinco álbumes en cinco años. ¿Por qué Philips tomó esa actitud con una banda que recién estaba construyendo su camino? La respuesta está en una canción: “I´m Not In Love”. Cuando Nigel Grainge, A & R de Philips, escuchó el demo no dudó en darse cuenta de que había una obra maestra entre manos. Apostó en grande y ganó. 10cc tenía casi finalizado su tercer álbum cuando apareció Grainge en su camino. Más dinero y más tiempo en el estudio la clave para lo que estaba a punto de suceder.
The Original Soundtrack se lanzó al mercado en marzo de 1975 con el sencillo promocional “Life is a Minestrone” que alcanzó el número 7 en listas británicas. Sin embargo, el golpe certero estaba por suceder en mayo de ese año cuando se apreció “I´m Not In Love”, el sencillo que los posicionó en la radio norteamericana gracias al número 2 que logró en Billboard y el número 1 en las UK Charts. Pero más allá de los números importantes en rotación de éxitos radiales, esa canción es toda una lección magistral de composición e ingeniería de sonido. Sin ella, y “Une Nuit A Paris”, “Bohemian Rhapsody” (ojo al no casual estribillo ´Notre Dame is Ringing his bells, another gendarme has gone to hell´) o “Somebody to Love” no hubiesen tenido razón de ser, a partir de la popularidad que obtuvo el uso del multitracking en el modo que lo hizo 10cc.
No es solo una balada de amor…
Escrita por Stewart como respuesta a los reclamos de su esposa que aseguraba que él no le decía con frecuencia que la amaba, “I'm Not in Love” se concibió originalmente como una bossa-nova en guitarra acústica que a Godley y Creme les pareció insulsa y sin alma, versión que además se había grabado y que fue desechada tras la crítica del dúo creativo. Sin embargo, después de escuchar a los miembros de 10cc tararear la melodía de la guitarra en el estudio, Stewart los convenció para que le dieran otra oportunidad a esa atípica canción de amor. Godley sugirió que le apostaran a una introducción vocal en la que usarían la técnica del multitracking para multiplicar la fuerza de un sonido.
Durante tres semanas, Stewart grabó las voces de Gouldman, Godley y Creme cantando “ahhh” dieciséis veces cada nota de la escala cromática para construir un coro de 48 voces por cada nota. Godley sugirió mantener las notas vocales durante un tiempo indefinido para que funcionara como una especie de mellotrón que acompañaba la melodía de la canción. El problema era cómo hacerlo. A Lol Creme se le ocurrió que con bucles de cinta se podía resolver esa idea. Crearon cintas de tres metros que eran pasadas por los cabezales de la grabadora estéreo del estudio. Con eso crearon bucles largos que se fueron empalmando entre sí con cita adhesiva. Tras crear doce bucles de cinta para cada una de las doce notas de la escala cromática, Stewart las reprodujo a través de un canal independiente de la mesa de mezclas. Así, la consola se convertía en un instrumento musical con todas las notas de la escala cromática. Stewart usó cinta adhesiva en la parte inferior de cada canal para que fuera imposible desvanecer completamente las pistas para cada nota, lo que dio lugar al constante silbido de fondo de las voces que se escucha a lo largo de la canción. El resultado fue un cúmulo de voces etéreas e infinitas que fueron influyentes a lo largo de las década, no solo en Queen, escuchen “Just the Way You Are” de Billy Joel o alguna de las genialidades de Talk Talk, Bowie y Roxy Music.
En 1976, tras el lanzamiento del álbum How Dare You, las tensiones entre Godley y Creme con Stewart se hicieron insostenibles y la dupla creativa se marchó para emprender una exitosa carrera en solitario con la que dejaron algunos éxitos como “Under Your Thumb”, “Wedding Bells” y “Cry”, éxito de 1985, además de un par de álbumes de buena factura como Consequences (1977) y Freeze Frame (1979). En una entrevista para la Classic Rock de junio de 2007, Godley dijo respecto de su salida del grupo: “Nos fuimos porque ya no nos gustaba lo que escribían Gouldman y Stewart. Nos fuimos porque 10cc se estaba volviendo seguro y predecible y nos sentíamos atrapados”.
Gouldman y Stewart siguieron con 10cc y dejaron una seguidilla de muy buenos álbumes entre 1977 y 1983 como Deceptive Bends ⸻que incluye el éxito “The Things We Do for Love” y la inquietante “Feel The Benefit” donde se puede apreciar toda la influencia del rock progresivo en la música de 10cc⸻ y Bloody Tourist (1978) que les dio su segundo número 1 en Estados Unidos con “Dreadlock Holiday”, una canción que sin duda tuvo mucha influencia en el sonido que desarrolló The Clash a partir de London Calling. Sin embargo, y a pesar de la perseverancia de ambos músicos, la salida de Godley & Creme se hizo notable con el paso de los años, especialmente en materia de arreglos y experimentos en el estudio. La calidad de los álbumes no fue la misma a pesar de algunas buenas canciones como “One-Two-Five” y “Americana Panorama”.
En 1992, Godley & Creme limaron asperezas con Gouldman y Stewart y produjeron el álbum ...Meanwhile con el que cerraron un círculo creativo que, en mi opinión, nunca se debió interrumpir, un álbum que en perspectiva se puede ver como una pieza avanzada de música, contemporáneo, arriesgado y atemporal en el que más allá de no haber logrado un éxito en la radio su propuesta desde lo creativo, es de altísimo nivel.
10cc es una de las bandas más importantes e influyentes de la historia del rock, no tan valorada o recordada en la medida que los éxitos suelen determinar el legado o impacto de una obra. Sin embargo, basta con escuchar la totalidad de sus álbumes, especialmente los primeros cuatro, para notar que en su propuesta había un valor artístico agregado que otras bandas del momento no lograron transmitir por el afán de lograr éxitos. Nunca es tarde para revisitar y descubrir un legado que se ha sostenido en el tiempo, más allá de “I´m Not In Love”.