El brillo solemne de Chris Rea
Keith Richards no es el único gran superviviente del rock. Chris Rea también ha sobrevivido para narrarla.
Querido e idolatrado por una inmensa minoría, Chris Rea es uno de los músicos más destacados de la escena del blues rock británico, más allá de sus críticos o de la mala prensa que ha tendido por años. Con adjetivos como “un émulo meloso y sin alma de Mark Knopfler”, su legado y trascendencia son incuestionables. Cuando apareció Whatever Happened To Benny Santini?, su álbum debut de 1978, la prensa británica no entendía cuál era el fondo real de su propuesta artística, más allá de ciertos referentes incuestionables en su forma de tocar y cantar. Si bien la canción “Fool If You Think Its Over” le dio cierto reconocimiento en los Estados Unidos, logrando el puesto 12 de Billboard, en su natal Inglaterra el álbum fue destrozado por la prensa y rechazado por la radio comercial, solo logrando rotación en Radio Caroline. Sin embargo, el tiempo demostró que la crítica “especializada” estaba absolutamente equivocada, de la misma manera que sucedió con obras maltratadas de McCartney, Dylan o Bowie.
Originario de Middlesbrough, Rea fue impulsor del renacimiento del blues melódico, un género del que Eric Clapton era el principal abanderado desde los días de 461 Ocean Boulevard junto con Alvin Lee y Dire Straits. Poco o nada conocido en nuestras latitudes, mucho menos en Colombia, tuvo su momento de gloria mediática en 1989 gracias al álbum The Road to hell y con la canción que le dio el nombre al disco, número 2 en listas del Reino Unido durante nueve semanas. El álbum estuvo además 19 semanas en la Hot 100 de Billboard, con lo que empezó a ser conocido más allá de Inglaterra y ciertos nichos de Estados Unidos, algo tardío para un músico que inició su carrera en 1977 y que para ese momento había publicado álbumes de buena factura como Water Sign (1983), Wired to the Moon (1984) y Shamrock Diaries (1986) donde aparece la inmortal “Josephine”.
Con veinte trabajos en estudio publicados, a principios de 2002 Rea fue diagnosticado con cáncer de páncreas. Un golpe fuertísimo para el estado anímico del músico. Su vida es la guitarra y los escenarios, así que decidió dar la batalla y emprendió una gira durante tres años a la que le dio el nombre de The Road to Hell and Back, Farewell tour, algo así como “el concierto de despedida”. Una de sus más memorables presentaciones fue en Londres, que quedó registrada y lanzada al mercado en octubre de 2006 en formato Cd + DVD. Una verdadera lección de talento, sentimiento y entrega por el amor a la música. Quienes seguimos su carrera esperábamos lo peor, pues además del semblante del artista, que no era el mejor, los médicos habían dado pocas posibilidades de supervivencia. Nos quedaba en nuestra memoria las impresionantes versiones de “Josephine”, “I Can Hear your Heart Beat”, “Fool If you Think It´s Over”, “Let´s Dance” y, especialmente, la de “The Road to Hell”.
Pero la vida y sus sabios misterios no iban a desamparar a un músico que ha dado todo por seguir en este mundo y pronto vimos una notable mejoría. Tras dos años de acuartelamiento en su casa estudio, Rea lanzó el disco triple The Return of the Fabulous Hofner Bluenotes, un álbum en el cual rescata el legado e importancia de la guitarra Hofner en la tradición musical inglesa. El nivel de productividad del músico estaba intacto y en su mejor forma. Tras la gira europea del álbum, a finales de 2011 Rea nos volvió a sorprender con otro de tantos puntos en alto y cuya trascendencia, a diez años de su lanzamiento, es innegable: Santo Spirito Blues, un trabajo que vino acompañado de dos documentales, uno sobre la tauromaquia, otro sobre la religión, además de una banda sonora donde el músico se sumerge en el mundo de la guitarra española.
Santo Spirito es un trabajo que respeta la línea melódica de su estilo tradicional donde el blues y el rock se conjugan de manera sabía con coqueteos de jazz atmosférico, engrandeciendo sus notas con su grave y característica voz. Es un disco honesto, interpretado con pasión, creatividad y ambición, pues desde su notable mejoría, Rea se propuso llevar su música e ideas a al extremo de sus posibilidades sin incurrir en clichés o pastiches del pasado. Algunas de las canciones están compuestas en tempos más lentos para darle la intención pertinente a un álbum conceptual que explora la historia de la religión y la redención con Florencia, Italia como escenario. “The Chance of Love”, uno de los temas destacados del disco, rinde un merecido homenaje a Dire Straits y por momentos evoca en su solo de guitarra los mejores momentos de “The Road to Hell”.
Rea sigue siendo un luchador y un ejemplo de vida. En 2017 sufrió un derrame que casi lo saca definitivamente del mundo de la música. “No podía tocar la 7ª de Fa mayor. Se me metió en la cabeza que mi percepción de la afinación había desaparecido con la apoplejía. Y me costó mucho convencer a la gente de que no hay nada malo en lo que tocas. Ahora lo estoy recuperando, espero que para la gira todo esté bien”. Y lo estuvo. Su capacidad de lucha y resiliencia son admirables. Pasó por todo tipo de terapias y volvió al ruedo que le permitió presentar el álbum Road Songs for Lover donde reivindica su amor por los carros de carreras. Lecciones magistrales de otro gran superviviente de la historia del rock. Como se lo dijo a la revista Classic Rock hace un par de años en una entrevista: “Estoy feliz de estar aquí. Si pierdes el páncreas y estás con morfina durante dieciséis semanas en el hospital, entonces puedes decir: ¿Qué tiene de malo que cante blues?”. Nunca es tarde para descubrir su gran legado musical y dejar atrás algunas prevenciones cortesía de la mala prensa mezquina que tanto daño le ha hecho al rock.
Jacobo recomienda seguir este camino para explorar la obra de Rea: