El regreso inesperado de Plant & Krauss
No siempre las segundas partes salen bien. El regreso de Plant y Krauss es más que perfecto.
Lita Ford y Ozzy Osbourne, Bryan Adams y Tina Turner, Joe Cocker y Jennifer Warnes, Aaron Neville y Linda Ronstadt, Stevie Nicks y Tom Petty, Peter Gabriel y Kate Bush son ejemplos de alianzas en el pop rock que funcionaron muy bien gracias a canciones que lograron altísima rotación en la radio. De otra historia hablamos cuando esas colaboraciones se dan en el marco de un proyecto más ambicioso: un álbum. Pensemos en June Carter y Johny Cash, Peabo Bryson y Roberta Flack, Diana Ross y Marvin Gaye, Mark Knopfler y Emmylou Harris, Tony Bennett y Lady Gaga, Sandy Denny con los Strawbs, por citar algunos ejemplos de colaboraciones que, en algunos casos, se quedaron en un único y primer esfuerzo. Por eso, no dejó de sorprender el tan anhelado e inesperado retorno de Robert Plant y Alison Krauss tras un álbum de otro tiempo y otro planeta que les dejó seis premios Grammy en 2007.
Raising Sand dejó el listón demasiado alto, eso lo sabemos, y parecía poco probable que este bizarro y muy funcional dúo volviera a trabajar. No era necesario. No tenían que corroborarnos que el éxito del álbum era el resultado del talento incuestionable de ambos artistas y su capacidad de darle un nuevo aire a joyas del bluegrass, el country y el folk. Tras una exitosa gira a lo largo de 2007 y 2008, Plant y Krauss se mantuvieron bastante ocupados con sus proyectos para contemplar otra colaboración. La distancia también hace de las suyas y el regreso de Plant a Gales complicaría alianzas futuras. Pero el arte tiene sus misterios y sus tiempos, y Plant decidió transitar nuevamente por un camino que le dejó grandes satisfacciones y reconocimientos. El riesgo era alto. ¿Cuántas de esas colaboraciones con segunda parte funcionan bien? Pocas. Knopfler lo intentó con Harris y la química desapareció. Ejemplos hay de sobra.
En la música, algunas cosas no cambian, afortunadamente. La constancia y el talento suelen dar buenos resultados. Plant ha sabido encausar su obra en solitario, desde el memorable Mighty ReArrenger (2005), a partir de la constante experimentación y búsqueda de inspiración en diversos estilos musicales y zonas del norte de África y parte de Asia. Sin renegar de las grandes satisfacciones que le dio el rock, el músico inglés es un tiburón que no vive del pasado y que se mueve hacia adelante con la firme convicción de ganar a partir de la creación y la innovación. En sus años en Led Zeppelin supimos de su pasión por el folk, el jazz vocal y el doo-wop. Con los Honeydrippers algo de ese eclecticismo se hizo presente (“Sea of Love” y “I Got a Woman). Su obra en solitario desde 1982 hasta 2002 estuvo amparada por el rock hasta que en 2004, durante un concierto homenaje a Lead Belly, Plant redescubrió su amor oculto por el bluegrass. Allí, justamente, conoció a Krauss que hizo parte del homenaje con el programa Country Grand Ole Opry. Fue amor a primera vista que tuvo como fruto el álbum de 2007 que tuvo en el productor T Bone Burnett parte del encanto místico del sonido del álbum.
Raise the Roof, que apareció en el mercado de los Estados Unidos la semana pasada, también fue producido por Burnett con lo que el concepto y la marca del primer álbum se mantienen. “Quattro (World Drifts In)” es el tema contemporáneo de los texanos Calexico que le da la bienvenida a este viaje de catorce canciones que recorren la historia de los sonidos que antecedieron y nutrieron al rock and roll. No deja de sorprender que haya sido una canción de una banda relativamente “nueva” en el terreno del folk indie rock la elegida para engalanar las voces nómadas de Plant y Krauss, a la postre la responsable de que esta colaboración se haya dado. Cuando Plant buscó a Krauss para este proyecto le habló de esta banda del sur de Estados Unidos. Ambos se dieron cuenta que la canción parecía escrita por ellos y no dudaron en usarla como punto de partida de un viaje que los llevó a redescubrir gemas ocultas del blues y el bluegrass como “Last Kind Words Blues” de Geeshie Wiley, pionera del blues femenino, una pieza de los años treinta del siglo XX que encaja perfectamente en la voz de Krauss, que se eleva con tal fuerza en una difícil progresión de notas para alcanzar el brillo que ilumina parte de este álbum. Como si el espíritu de Wiley se hubiese metido en su cuerpo para lograr tal nivel de interpretación, con un Plant sobrio y delicado que la acompaña, paciente y observante, si robarle una pizca de su protagonismo.
Hay varios elementos destacables en este álbum, desde la sincronía de los tonos opuestos de Plant y Krauss hasta la acertada elección de la banda y de los instrumentos que los acompañan (banjo, acordeón, vientos), esencial para la atemporalidad perfecta del álbum y determinante para los arreglos de las canciones. Por momentos es inevitable pensar en la onda acústica que exploró Led Zeppelin en su tercer álbum en canciones como “Go Your Way” o “Can´t Let Go”, una de las joyas del disco ⸺original de Randy Weeks e inmortalizada años atrás por Lucinda Williams⸺, gracias al buen estado de la voz de Plant, que mantiene el brillo, el color y la textura de aquella figura del olimpo del rock que nos removió los cimientos con “That´s the Way” o “Going to California”. Que Plant suene a Plant es un logro en estos tiempos del autotune y la decadencia inevitable de las leyendas de los años sesenta y setenta. De su generación, Plant es de los pocos que conserva la mística intacta. Prueba de ellos está en “High and Lonesome”, única composición original de Plant en el álbum.
Raise the Roof es el tipo de novedades que emocionan a un nostálgico del rock cansado de escuchar demos, outtakes o versiones reggae de canciones que ya hacen parte de nuestra educación sentimental. Y aunque es un disco de versiones de una pareja que parece imperfecta e inviable, su encanto radica en la modernidad con la que le dan vida a un pasado glorioso de la música norteamericana. Sin duda, es uno de los grandes lanzamientos del año y un claro ejemplo que, a veces, las segundas partes son perfectas.