Enigmas de los 80: China Crisis
Maestros del pop sofisticado y comparados con Steely Dan, su legado perdura en el tiempo.
Entre septiembre de 1975 y octubre de 1978, Kraftwerk se presentó en diversos escenarios del Reino Unido. Uno de sus conciertos más recordados y de mayor trascendencia tuvo lugar en el Empire Theater de Liverpool durante la gira del álbum Autobahn. De esa presentación, cuenta la leyenda, cuatro años más tarde se formaron varias agrupaciones como OMD y A Flock of Seagulls. En ciudades como Leeds, Sheffield y Mánchester también se sintió el coletazo de la invasión electrónica germana, uno de los grandes referentes para la consolidación del synthpop británico (Soft Cell, Human League, son ejemplo de lo anterior). Pero también hubo jóvenes artistas, a inicios de los años ochenta, que buscaron en música más elaborada y sofisticada, con conexiones con el jazz, la fuente de inspiración para crear sonidos muy particulares en medio de la irrupción del new wave y el electropop. Ese fue el caso de China Crisis, otro de los grandes enigmas que dejó la música de los años ochenta británicos, cuyo legado vale la pena revisar con lupa.
Lo primero que debo decir es que Steely Dan tuvo un alter ego perfecto con China Crisis. Cuando Gary Daly y Eddie Lundon decidieron formar una banda de pop, llevaban años inmersos en álbumes como Ajá y Royal Scam de la banda de Walter Becker y Donald Fagen. Vivían fascinados con sus arreglos, con la perfección del tempo de la batería y con el uso adecuado de los vientos. Como buenos adolescentes ingleses, también vivían deslumbrados con David Bowie, Marc Bolan y Roxy Music. Los orígenes de China Crisis se remontan a finales de 1979 cuando el teclista Daly y el guitarrista Lundon coincidieron en una banda que hacía covers de postpunk. Descubrieron intereses similares y decidieron probar suerte como compositores, utilizando como referente la onda jazzera de Steely Dan. Así nació el tema “African and White”, lanzado de forma independiente a finales de 1981.
Tras unas sesiones en el programa de John Peel, el célebre DJ inglés les hizo el puente con Virigin Records. Su carta de presentación fue suficiente para que Nik Powell les diera una cita para escuchar los temas que tenían grabados hasta ese momento. Lundon contó en una entrevista para la revista Mojo que a Powell “le inquietó el sonido único y perfecto de la banda”. Firmaron para producir tres álbumes y en diciembre de 1982 apareció el trabajo debut del dúo: Difficult Shapes & Passive Rhythms, Some People Think It's Fun to Entertain. “African and White” se relanzó como sencillo promocional y alcanzó a entrar al top 50 de las listas británicas. Sin embargo, no fue suficiente para captar la atención de los medios y la rotación constante en la radio y los programas especializados de la televisión nacional británica.
Virgin le apostó al sencillo “No More Blue Horizons”, aunque tampoco pegó como esperaban y muy a pesar de algunas asociaciones que la prensa hizo del sonido del grupo con la obra de Bowie y Japan. China Crisis se presentó en diversos escenarios del norte de Inglaterra y Escocia, captando la atención de la prensa independiente. Una reseña en un diario escocés daba cuenta del “buen sonido sofisticado que llegaba desde Liverpool a conquistar las altas tierras escocesas”. A inicios de 1983, Virgin lanzó el sencillo “Christian” esperando dar el golpe mediático que necesitaban para que la banda despegara. Y sucedió: el tema llegó al puesto 12 en listas y el álbum empezó a venderse en todo el Reino Unido logrando estar en el top 20 de los más vendidos del año. La prensa, la radio y la televisión dieron cuenta del sonido particular que llegaba desde Liverpool. “Pocas bandas actuales usan el oboe y el saxofón tan adecuadamente, y con tal precisión en el pop, como lo hace China Crisis”, señaló Melody Maker. Los Simple Minds pidieron a China Crisis como teloneros de la gira del álbum New Gold Dream, la movida perfecta para terminar de posicionarlos en todo el Reino Unido.
El pop británico expandía sus horizontes y referentes por cuenta de bandas que decidieron salirse de la zona de confort que les planteaba la música electrónica, especialmente la que proponían los nuevos románticos comandados por Duran Duran, ABC, Visage y Spandau Ballet. Por eso no es casualidad que en 1982, y un par de años más tarde, aparecieron álbumes de artistas como Talk Talk, Style Council, Blancmange, Classix Nouveaux, Blue Nile, Kajagoogoo, Lloyd Cole, Nik Kershaw, Naked Eyes, Wang Chung (los más cercanos en sonido a China Crisis) y Thompson Twins, que perpetuaron el concepto artístico de China Crisis, la banda que le introdujo nuevas reglas y posibilidades al pop inglés.
Uno de los aspectos notables y destacados del sonido de los primeros tres álbumes de China Crisis, especialmente en Flaunt The Imperfection (1985), fue el sutil uso de elementos del reggae y del jazz en su música, particularmente en la percusión y los vientos. La llegada de Kevin Wilkinson al grupo, tras un paso exitoso por The Waterboys y The League of the Gentlemen de Robert Fripp, terminó de moldear la perfección sonora que buscaban Daly y Lundon. Y en eso tuvo mucho que ver Walter Becker de Steely Dan, elegido para producir ese poco imperfecto tercer disco de China Crisis, que además los consagró en Inglaterra gracias a clásicos como “Black Man Ray”, “King in a Catholic Style” y “You Did Cut Me”.
Becker se había mudado a Hawái a mediados de 1981 tras la abrupta separación de Steely Dan por problemas asociados a su consumo de drogas y alcohol, y la poca repercusión mediática que tuvo el álbum Gaucho. Tras el tratamiento de desintoxicación, a Becker le ofrecieron producir a una banda nórdica de new wave del catálogo de Virgin. Así se abrieron las puertas para trabajar con China Crisis, amor a primera vista. Becker fue más que un productor y jugó un rol determinante en la música pulida, medida, melancólica y jazzera de ese álbum, gracias a sus aportes como teclista y percusionista. Basta con escuchar “Strenght of Character” y The Highest High” para notar la impresionante cercanía con Steely Dan. Becker también fue clave en darles idas para que el dúo lograra letras más oscuras, profundas y punzantes. En una entrevista que dio Daly a la Uncut en 2016 recordó que Becker se sorprendió con los arreglos impecables del grupo a la hora de grabar. “Varias tomas fueron únicas, especialmente en la batería”, recordó.
Flaunt The Imperfection, junto a The Colour of Spring de Talk Talk, Tin Drum de Japan, Trust de Elvis Costello, Night and Day de Joe Jackson, Cafe Bleu de Style Council y Songs From The Big Chair de Tears For Fears, es una de las obras más avanzadas e inmaculadas que dejó parte de una generación de oro de los años ochentas británicos. El secreto: expandir las posibilidades del pop, experimentar y arriesgar en pro de un arte coherente con las ambiciones artísticas del momento. Para China Crisis había más motivaciones que lograr éxitos: crear canciones que trascendieran en el tiempo y que se sostuvieran por su calidad y aportes a la evolución del pop. Dos álbumes más en los años ochenta (What Price Paradise y Diary of a Hollow Horse) fueron el cierre perfecto para una década en la que los altibajos y las diferencias creativas no fueron ajenas.
Parte de la obra de China Crisis, especialmente las canciones que más rotaron en listas británicas como “Wishful Thinking”, su único top 10, “Black Man Ray” y “Christian”, se ha mantenido viva y presente en compilados temáticos de los años ochenta. Sin embargo, lo que realmente pesa en el legado del grupo de Liverpool es el alcance y los cambios que le dieron a un pop que, por momentos, no evolucionaba. Ni perfectos, ni tan imperfectos, solo fueron visionarios y su música es digna de ser apreciada. Aún en estos tiempos.