Gary Brooker: la voz del verano del amor
La muerte de Gary Brooker, líder y vocalista de Procol Harum, invita a explorar el surgimiento del 'rock' progresivo y los alcances que tuvo la experimentación creativa de las bandas británicas.
La muerte de Gary Brooker, líder y vocalista de Procol Harum, invita a explorar el surgimiento del 'rock' progresivo y los alcances que tuvo la experimentación creativa de las bandas británicas durante y después del verano del amor de 1967. Brooker habló con el periodista Jacobo Celnik en 2016, entrevista inédita hasta ahora, y concedida en exclusiva para 'Cambio'.
El 19 de febrero, a los 76 años y tras una dura batalla contra el cáncer, murió Gary Brooker, el creador y la voz icónica de la canción “A whiter shade of pale”, uno de los himnos trascendentales e inmortales del verano del amor de 1967. Reconocido en el olimpo del rock por poseer una voz única, melancólica, profunda y bluesera, junto a su banda Procol Harum hizo aportes fundamentales para la evolución del curso del rock gracias a una inusual, atrevida y exitosa apuesta de vincular sonidos del barroco de Bach (Air on the G String. Suite No. 3, BWV 1068) con la estructura clásica del rock.
Procol Harum, junto a The Nice y The Moody Blues, fueron los responsables del nacimiento de un estilo que se conoció en Inglaterra como el rock sinfónico, que además ganó adeptos, a la par de la confusa y enigmática psicodelia de los Beatles, Pink Floyd y Soft Machine, como uno de los estilos luminosos de aquel inolvidable 1967. En 1969, de la fusión de ambos estilos, nació el rock progresivo con el álbum debut de King Crimson como grandes abanderados. Por eso, la muerte de Brooker nos invita a revisar su legado como uno de los principales referentes que con sus aportes cambiaron y nutrieron el curso del rock a partir de fusiones o experimentaciones inusuales, como los vínculos del jazz y la música clásica con el rock.
Para entender de dónde viene el concepto o término rock progresivo, un estilo que durante décadas ha sido muy complicado de explicar por la prensa, debemos remitirnos a noviembre de 1966 cuando George Harrison y John Lennon acudieron puntuales a una cita con el Daily Mirror. La prensa británica no dejaba de preguntarse por qué la banda más grande del planeta había desaparecido del espectro público. Mucho se especuló sobre las causas, entre ellas la terrible experiencia vivida en Filipinas durante la promoción de Rubber Soul. Imelda Marcos, esposa del entonces dictador Ferdinand Marcos, les cobró a los cuatro de Liverpool no asistir a una recepción en su honor. Los despojó de toda protección policial, dejándolos expuestos a una multitud histérica. The Beatles regresaron exhaustos a los Estados Unidos para cumplir con otros conciertos durante el mes de julio, pero se encontraron un panorama dantesco. Descubrieron que una treintena de emisoras había dejado de emitir su música y una turba rabiosa quemó sus discos. Le cobraron a John Lennon haber dicho: “somos más famosos que Jesucristo”.
The Beatles se alejaron del ruido buscando la creatividad y la paz. “El silencio nos ha dado la oportunidad de reconsiderar las cosas. Llevamos cuatro años haciendo lo que los demás quieren. Ahora es el momento de hacer lo que nos plazca. Cualquier cosa que hagamos tiene que ser real y progresiva”, le dijo Harrison al Mirror. Sin saberlo, sus declaraciones fueron proféticas. En 1966 el mundo de la música dio un salto definitivo que permitió la génesis de la psicodelia, una de las etapas más prolíficas, ricas y significativas del desarrollo del rock.
Uno de los tantos factores que potencializaron esa explosión creativa fueron los Beach Boys, una de las bandas más influentes en el sonido de Procol Harum. En mayo de 1966, los californianos lanzaron el álbum Pet Sounds, obra maestra concebida por Brian Wilson durante una crisis emocional. Con arreglos innovadores para el rock (vientos, efectos de sonido y orquesta) y avances en producción como consolas de cuatro y ocho canales, ese trabajo incluyó grandes canciones como “God Only Knows”, “Wouldn´t It Be Nice”, “Here Today” y Good Vibrations (excluida del álbum, pero lanzada finales del 66 como sencillo).
El álbum Pet Sounds, junto con el tema “Like a Rolling Stone”, de Bob Dylan ⸺con piano y órgano como estandartes melódicos⸺, y los cuatro minutos dieciocho segundos de “The House Of The Rising Sun” de The Animals, primer hit radial con más de tres minutos de duración, ayudaron a dividir las aguas del rock. Se rompieron las fronteras y bienvenida fue la experimentación, y otras formas de componer, grabar y producir las canciones. The Beatles fueron los primeros en darse cuenta de ello y adaptaron el nuevo esquema propuesto por Brian Wilson en “Here, There and Everywhere”, incluida en Revolver (agosto de 1966). Luego, The Who siguió los pasos de los Beach Boys en el álbum A Quick One. La canción “A Quick One, While He´s Away”, primera mini-ópera del rock, es toda una amalgama de texturas, capas y colores, con ecos, música electrónica, coros a capela y reverberaciones, un paso agigantado en el rock. Por último, Pink Floyd, de la mano de la locura creativa de Syd Barrett, completaron las piezas de ese rompecabezas musical fascinante. El rock cambió y The Beatles lo sabían. Ahora el balón estaba en su cancha y debían dar el siguiente paso si querían crear una corriente.
Las puertas de la percepción
La futura psicodelia en la música rock recibió su primer soplo de vida el 24 de noviembre de 1966. The Beatles se reunieron en los estudios Abbey Road, tras varios meses de un merecido descanso. Lennon grabó un demo con guitarras acústicas y se la presentó al grupo. Con George Martin en la consola, la banda ensayó los primeros acordes de “Strawberry Fields Forever”, un viaje surrealista al interior de un ser atormentado con los fantasmas del pasado. Ese día nació la psicodelia con Londres como el centro del universo del rock. Clubes como el Marquee y el UFO fueron definitivos para la consolidación de una movida underground que aún no tenía nombre, pero que inquietaba por su propuesta estética, visual y sonora. El 17 de febrero de 1967 The Beatles lanzaron el doble sencillo “Strawberry Fields Forever / Penny Lane”. La idea original de Lennon y McCartney era incluirlas en el siguiente álbum, aunque la presión de EMI pudo más pues llevaban ocho meses sin novedades en el mercado y grupos como los Rolling Stones, The Kinks, Cream y The Who sonaban todo el tiempo. Ambas canciones lanzadas por The Beatles le dieron un golpe certero al establishment del rock y abrieron la mente de las bandas que afanosamente buscaban cómo encajar en una escena cambiante y que había dado un salto cualitativo sin precedentes.
El impacto de los sencillos “Strawberry Fields Forever / Penny Lane” no solo fue a nivel local, también al otro lado del Atlántico se hizo sentir y llegó hasta Nueva York para influenciar los trabajos debut de los Velvet Underground y Vanilla Fudge. También hasta San Francisco gracias a Jefferson Airplane y el sencillo “Somebody To Love”. Pero sin duda el impacto británico es el que mayor resonancia tuvo en ese momento pues de ese paso avanzado de The Beatles, antes de lanzar Sgt. Pepper´s, y de la mano de Brooker y Procol Harum, aparecería el rock sinfónico cuando en mayo de 1967 se lanzó “A Whiter Shade of Pale”. Otras bandas como The Nice, de donde salió el teclista Keith Emerson, y The Moody Blues con el álbum Days Of Future Passed (“Nights in White Satin”) siguieron los pasos de los Procol Harum y The Beatles y consolidaron al rock sinfónico como una fuerza que conquistaba audiencias y mercados, antesala perfecta para el nacimiento del rock progresivo. Fue el momento en el que el rock comprendió que el jazz, la música electrónica atonal alemana, la música clásica y los avances en grabación, estaban a su total servicio para trascender desde lo creativo.
No es un secreto que en el verano del amor el álbum Sgt. Pepper´s (y parte de la psicodelia Floydiana de Piper at The Gates of Dawn) fueron los faros que iluminaron los diversos caminos que podía tomar el rock; crearon una nueva corriente a la que se le llamó psicodelia y llevaron a la producción musical a terrenos nunca vistos en ese momento. La gran mayoría de nuevas bandas del momento se subieron a ese tren con destino incierto, tan incierto como los cincuenta y ocho segundos del acorde final del piano de “A Day In The Life” y su grito surrealista: “el futuro es ahora”. Todos hicieron el amor en Londres y el rock tocó las puertas del cielo con todas las fusiones que surgieron en ese momento, capitalizado en el verano de 1969 por King Crimson con su majestuoso trabajo debut In The Court of the Crimson King, un álbum que tomó todos los elementos del verano del amor para llevar a la música hacia otras posibilidades estéticas, compositivas y sonoras. Sin todo lo anterior, no se podría comprender los aportes, durante la década de los setenta, de bandas memorables como Genesis, Yes, Emerson, Lake & Palmer, Gentle Giant, Van Der Graaf Generator, Nektar, Renaissance, Atomic Rooster, Camel, Caravan, Rare Bird, T2, Gong, Jethro Tull, Pink Floyd (post Atom Heart Mother) y tantos otros que siguieron los pasos avanzados del verano del amor de The Beatles y Procol Harum.
Gary Brooker: la voz de un visionario, la voz del verano del amor*
Gary Brooker nació en Hackney, al este de Londres, en 1945 y desde muy joven manifestó interés por la música clásica, especialmente por el estudio del Piano. Durante el pico de la Beatlemanía en 1964 formó a su primera banda, The Paramounts, con los que alcanzó algo de reconocimiento con el tema “Poison Ivy” que rotó en la radio gracias al apoyo de EMI Music. Durante un año fueron teloneros de los Rolling Stones y alcanzaron cierta visibilidad en los programas de televisión dedicados a la promoción de la música de moda del momento como Ready Steady Go! Sin embargo, Brooker tenía en el horizonte más ambiciones que pegar sencillos pop en la radio y le dio un giro a su carrera cuando formó a Procol Harum en 1966 junto a Mathew Fisher, Robin Trower, Dave Knights y B.J. Wilson. Entre 1967 y 1977, Brooker y Procol Harum dejaron grandes álbumes para la historia del rock como Shine On Brightly (1968), Broken Barricades (1971), Grand Hotel (1973), además del álbum debut de 1967 con los que lograron su primer y único número uno en listas británicas. Brooker trabajó además con grandes artistas como Ringo Starr, Paul McCartney, Bill Wyman, Eric Clapton y Alan Parsons Project con los que grabó la inmortal “Limelight”, incluida en el álbum Stereotomy (1985)
“A Whiter Shade of Pale”, la canción que inmortalizó a Gary Brooker el 12 de mayo de 1967, no solo fue número 1 en listas británicas durante seis semanas (fue número 5 en los Hot 100 de Billboard), también se convirtió en uno de los sencillos más vendidos de la historia del rock gracias con diez millones de copias. En los Brit Awards de 1977, la canción fue elegida, junto a “Bohemian Rhapsody” de Queen, como el “mejor sencillo pop de la música británica entre 1952 y 1977”, y es una de las canciones que más han sonado en la radio británica.
En 1967, con la canción “A Whiter Shade of Pale”, Procol Harum dio un salto cualitativo sin precedentes para el rock de ese momento. ¿De dónde surgió la idea de vincular la música de Bach con el rock?
Desde muy joven siempre me gustó la música de Mozart, Britten, Händel, Beethoven, pero sentía una gran fascinación por el periodo barroco de Vivaldi y Bach. Cuando estudié Piano, una de las obras que más trabajé fue, justamente, las composiciones para órgano de Bach, una de mis mayores inspiraciones e influencias. Así que fue un efecto natural y normal que decidiera adaptar algunos momentos de su música en el rock.
Influencia que se percibe en casi la totalidad del álbum debut de Procol Harum…
Así es. Canciones como “Homburg”, “Conquistador” y “Repent Walpurgis” denotan los vínculos con algunos compositores clásicos con el rock. En el sonido del piano está la clave.
El álbum debut causó cierta controversia en Inglaterra porque no incluyeron “A Whiter Shade Of Pale” y “Homburg” en la edición final del disco (aunque en reediciones en CD luego aparecieron). ¿Por qué tomaron esa decisión?
No queríamos darle a la gente algo que ya había comprado en sencillos. En cambio, el álbum tenía todas las demás canciones que habíamos escrito y que se sostenían por su calidad. Fueron días complicados porque además sacamos al guitarrista y al batería tras haber lanzado “A Whiter Shade Of Pale” y que llegara al número uno. Recibimos muchas críticas por ello, pero son situaciones normales que viven todas las bandas de rock cuando las relaciones creativas entran en contravía.
Hablemos justamente del guitarrista Robin Trower que, según entiendo, fue clave para el desarrollo del sonido del grupo.
Cuando salí de The Paramounts conocí a Keith Reid y empezamos a escribir canciones juntos. Y así es como comenzó Procol Harum. Es decir, la persona clave en el proceso fue Reid. Al cabo de unos meses nos dimos cuenta de que necesitábamos un guitarrista y un baterista. Pusimos un anuncio en un diario, pero nadie se presentó. Así que llamé a dos viejos conocidos como Robin Trower y B.J. Wilson, músicos excepcionales. Las relaciones fluyeron hasta que se lanzó la canción y llegó al número uno. Supongo que eso le molestó a Robin porque esperaba que Procol Harum sonara más al blues-rock de Cream que al rock sinfónico que desarrollamos. Por eso lo echamos.
¿Qué otros elementos o influencias de ese momento fueron fundamentales en el sonido del primer álbum de Procol Harum?
Estábamos muy pendientes de cada movida de The Beatles y, sin duda, el álbum Revolver nos dio ideas interesantes que trasladamos a las primeras canciones del grupo como “She Wandered Through the Garden Fence”, la más Beatle de ese álbum. Pero creo que un momento definitivo fue cuando escuchamos Pet Sounds de los Beach Boys. Toda la apuesta en ingeniería y producción nos dio las claves para aprovechar los avances en tecnologías de grabación para darle elementos únicos a nuestras canciones. Eso nos permitió encontrar una voz muy particular con la fuerza del teclado como instrumento líder.
¿Ud. cree que canciones como “Homburg” o “A Whiter Shade of Pale” fueron influyentes en el sonido que desarrolló The Beatles en algunas canciones de Sgt. Pepper´s?
Es posible porque ese álbum salió dos meses después de que “A Whiter Shade of Pale” llegó al número uno. Ringo Starr, con quien también trabajé, era un gran admirador de nuestro sonido. Todo es posible en el rock.
¿Considera que Procol Harum, The Moody Blues, The Nice y otras bandas del momento, cambiaron el curso del rock con su inusual forma de componer canciones?
Tratamos de crear lo mejor que podíamos a partir de diversas influencias, desde el pop hasta el jazz y la música clásica. Esperábamos lograr un tipo de sonido que nadie había desarrollado antes, algo que era imposible, pero esa era la principal motivación. No olvides que aquel periodo fue muy intenso y prolífico en Inglaterra por la cantidad de propuestas que surgieron. Sin embargo, al pop no se le tomaba muy en serio. Se le veía como una música con impacto efímero. Así que con Procol Harum queríamos hacer un pop-rock más serio. Queríamos crear melodías memorables que trascendieran en el tiempo y es justamente lo que pasó con “A Whiter Shade of Pale”.
¿Cómo define al rock progresivo y por qué fue importante?
El término progresivo se popularizó en la prensa a inicios de los años setenta y creo que tiene que ver con la necesidad o la motivación de las bandas del momento por ofrecer algo completamente innovador. Ese era el concepto de progresar en la música, que era muy diferente al tipo de sonido sinfónico que hacíamos en Procol Harum. Por varios hechos significativos asociados a la cantidad de propuestas interesantes que surgieron en Inglaterra, creo que fue una edad dorada para la experimentación. Sin embargo, lo más interesante de todo ese periodo era que prevalecía el talento y la libertad creativa sin pretensiones comerciales y sin la injerencia de las compañías discográficas. Y eso, justamente, fue valiosísimo y nunca más se volvió a ver.
*Entrevisté a Gary Brooker a mediados de 2016 imaginando que usaría los contenidos de esa conversación, junto con otras entrevistas que le hice a Eric Burdon, John Wetton, Manfred Mann, Steve Hogarth, Steve Hillage, Daevid Allen, Peter Hammill, entre otros músicos, en un posible segundo volumen del libro Satisfaction. Conversaciones con el rock (Penguin, 2015). Sin embargo, el tiempo pasó y otros proyectos editoriales se cruzaron en mi camino. Recuerdo que fue una conversación extensa y muy amable en la que pude explorar diversos momentos de la larga y prolífica carrera de Gary Brooker, más allá de Procol Harum.
*Texto publicado en CambioColombia.com
Playlist recomendada: La historia del rock progresivo