Joyas perdidas de los 80: Quarterflash (el orgullo de Portland)
Un sexteto que es mucho más que un hit de Billboard.
Quarterflash
Quarterflash
1981
Ejemplos de bandas y artistas a los que un par de éxitos les hizo muchísimo daño hay de sobra, músicos que por algún extraño motivo la totalidad de su arte no se explora más allá de un hit puntual de la radio comercial. Ejemplos de lo anterior hay de sobra: Wang Chung. China Crisis, Naked Eyes, Mr. Mr, Dream Academy, Al Corley, Corey Heart, Dan Hartman, Bruce Hornsby, Berlin, Chris de Burgh, entre otros. En mis años como coleccionista de rock británico y norteamericano he tenido la fortuna de conocer nombres de cientos de artistas gracias a compilados temáticos por décadas. De los que más tengo es de los años ochenta (no tengo que explicarlo, si no, no estaría escribiendo este libro) y fue justamente por el variado US The 80s Vol One (Universal Music, 2002) que supe de Quarterflash. Por años, “Harden my Heart” resonó en mi memoria, desde que me gusta la música tengo presente su presencia porque sonaba muchísimo en la radio pop adulta de Colombia en emisoras como Caracol Estéreo, La FM y 88.9 FM. Sin embargo, no fue hasta que empecé a escribir este libro que realmente quise indagar más sobre esta inquietante banda de Sax Rock de Oregón.
El álbum de debut homónimo de Quarterflash, publicado en 1981, es un brillante ejemplo del vibrante panorama musical de principios de los años ochenta en Estados Unidos donde una serie de influencias de la década anterior se fusionaban de forma adecuada con esa modernidad avasallante. Uno de los elementos más llamativos de este disco es la mezcla de rock y pop, usando adecuadamente arreglos de saxofón como parte de un brillo distintivo y único en su arte. Entre varios de los elementos destacados de este disco, podemos decir que en esencia captura una era, el sonido de una época y muestra al mismo tiempo el estilo único de una banda que no se parecía a otra de ese momento. Aunque en sus canciones hay mucha influencia de Chicago, Player o Paul Davies, su sonido era muy particular por la majestuosa voz de Rindy Ross, quien además era una excepcional intérprete del saxofón. Seguramente Glenn Frey de los Eagles escuchó en forma al debut de Quarterflash para crear “The Heat Is On” (1984). Otro que tiene algunas influencias de su música es Robert Palmer, quien le dio más fuerza a la guitarra en su música.
A diferencia de la obra de bandas y artistas mediáticos que iniciaron sus carreras hacia 1980 y 1981, el legado de Quarterflash se ha limitado a su discreta presencia en variados temáticos de los ochenta con dos o tres canciones ya que su obra se encuentra descatalogada del acervo histórico de Geffen Records, parte de Universal Music, quien tras el discreto éxito en ventas de sus primeros dos álbumes, prácticamente los dejó morir, aunque en Japón, como sucede con muchísimos artistas, son una banda muy valorada y apreciada, y algunos de sus álbumes se pueden conseguir en hermosas ediciones niponas, réplica de cómo salieron en vinilo en 1981.
El álbum cuenta con unas cuantas canciones con brillo propio, siendo “Harden My Heart” la más conocida y coreada, una power ballad ochentera por excelencia que se ha incluido e series y películas, con lo que su legado de ha mantenido vivo (además de un discreto cover de Mary J Blige). Qué buena forma de abrir este debut, con un tema que ha traspasado generaciones enteras gracias a su melodía pegadiza y su letra introspectiva y que marcará el tono del álbum, entre el pop rock melódico y algunas baladas acorde a la época en que se grabó. Un disco que captura la esencia de un tiempo con todo rigor y esplendor. “Find Another Fool” continúa el impulso energético del disco con buenas guitarras y la poderosa voz de Rindy Ross, evocando y representando a las mejores vocalistas femeninas de la música rock norteamericana, por momentos recuerda en su forma de cantar a Pat Benatar.
Uno de los problemas para encasillar la música de Quarterflash era el híbrido de géneros por el que transitaron. No eran new wave, pop o postpunk; tampoco lo bastante suaves para ser soft rock y ni lo suficientemente arriesgados como para ser jazz rock, Tampoco llegaban a ser hard rock y mucho menos glam. Eran pop rock, muy influenciados por Boston y Chicago, con grandes aportes en el saxofón y la guitarra liderada por Mary Ross, pareja de la vocalista Rindy Ross. La obra de Quarterflash se limitó a tres muy buenos álbumes en los años ochenta, una ruptura por diferencias irreconciliables en 1989, reuniones esporádicas y un par de trabajos en estudio entre 1991 y 2020, muy muy poco impacto. Una canción, una melodía inolvidable en saxofón y un coro memorable fueron suficientes para que este cuarteto de Portland pasara a la inmortalidad.