La independencia ecléctica de Mánchester
Una caja de 7 discos nos recuerda que la grandeza musical de Mánchester va más allá de Oasis, James, Stone Roses, New Order y The Smiths.
MTV cumplió 40 años de su primera emisión el pasado 1º de agosto, programación nutrida principalmente por videoclips de artistas británicos como los Buggles, Rod Stewart, Phil Collins, Cliff Richards, The Who, entre otros. ¿Qué relación tiene todo esto con el Punk? Todo lo que abarca los ochentas británicos de la música (artistas, medios de comunicación, conciertos, promotores, estética, mercadeo) no se puede entender sin la fuerza de ese movimiento y todo lo que sucedió desde Londres, Mánchester y Liverpool. No podemos olvidar que la primera grabación oficial acreditada al punk británico fue “New Rose” de los Damned, lanzada en octubre de 1976; un mes después aparecerían “Anarchy in the” U.K. de los Sex Pistols y “We Vibrate” de los Vibrators. Antes de que esas tres canciones alteraran la comodidad del rock, los liderados por Johnny Lydon, Paul Cook, Glenn Matlock y Steve Jones ya daban de qué hablar en Londres por cuenta de sus presentaciones que no siempre terminaban bien. La bola de nieve fue creciendo y los Pistols empezaron a brillar en medio del caos que vivía el país.
En el verano del 76 viajaron a Mánchester, invitados por los futuros Buzzcocks, para presentarse en el Lesser Free Trade Hall. Varias vidas cambiaron después de aquel concierto (Morrissey, Mick Hucknall, Bernard Sumner, Peter Hook, Howard Devoto, Peter Shelley, Mark Smith, entre otros) y una serie de grupos se formaron a partir de ese día como los pre Joy Division conocidos como Warsaw y The Fall. Más allá de recordar lo muy bien narrado por la película 24 Hour Party People o en varios libros de Simon Reynolds, lo que realmente cambió tras el concierto de los Sex Pistols fue toda una ciudad que se volcó a favor del punk que venía de Londres. Sin ir muy lejos: Granada TV, una programadora de la televisión independiente británica (ITV), fue pionera en el Reino Unido en darle visibilidad a los artistas punk, sin prejuicios, sin prevenciones, sin estigmatizarlos. Todo desde la mirada sincera y profunda de lo que ese movimiento estaba generando en los cimientos artísticos y sociales del país.
Los Sex Pistols llegaron a Mánchester gracias a Howard Devoto y Pete Shelley, quienes habían viajado a Londres, un par de meses antes de ese icónico concierto en su ciudad, para ser testigos del futuro. Ambos tenían en mente formar una banda y replicar lo visto en Londres, además de plasmar algunas influencias de los The Stooges, MC5 y los Velvet Underground. Aunque los pre Buzzcocks iban a ser teloneros del primer show de los Sex Pistols en Mánchester, una serie de diferencias con los futuros miembros del grupo dejaron eso en veremos y solo aparecieron en el segundo evento del que quedaron algunas imágenes que se pueden ver en YouTube. El caso es que un gran coletazo de las presentaciones de los Sex Pistols en la ciudad fueron los Buzzcocks que estaban decididos a cambiar las reglas de juego del punk británico. En octubre de ese año grabaron “Time´s Up”, un primer demo que sentó las bases para su EP debut de diciembre de 1976: Spiral Scratch.
Si se oyen detenidamente las cuatro canciones de ese EP, como es el caso de “Breakdown” o “Boredom”, se puede apreciar una distancia artística y conceptual frente a la propuesta de los Sex Pistols y que sentaría las bases para toda una corriente de artistas que a partir de ese momento replicarían el modelo Buzzcock (el sonido del bajo, por ejemplo). El secreto: sonar a su ciudad. Que en aquel momento, cuatro instrumentos y una voz feroz captaran y detuvieran para siempre un entorno y un tiempo, era ir un paso adelante hacia el futuro. Dos bandas cambiaron las reglas del juego para los jóvenes de Mánchester y no había vuelta atrás. Spiral Scratch fue además la primera iniciativa independiente de un grupo punk en el Reino Unido, lanzado bajo su propio sello New Hormones. El Do It Yourself (DIY) había nacido oficialmente. A diferencia de los Sex Pistols que tenían a EMI cubriéndoles las espaldas, los Buzzcocks demostraron que la independencia también podía ser el camino para construir una carrera sostenible en el tiempo.
En los días que trabajé para el libro Los 80: Volver al Futuro. Otra edad de oro de la música británica, tuve el gusto de hablar con Simon Reynolds sobre varios aspectos de aquel tiempo en Inglaterra y recuerdo que fue enfático al afirmar que lo de los Buzzcocks fue más determinante y valioso que la gesta de los Sex Pistols. “Fue un golpe regional contra el establecimiento anacrónico de la industria de la música afincada en la comodidad de Londres. Sin los Buzzcocks el centenar de sellos independientes que surgieron en el país en aquellos días hubiese sido inimaginable e inviable”.
A inicios de 1977 una decena de nuevas bandas de punk buscaban abrirse camino en Mánchester inspirados por Devoto y Shelley. Los glamurosos Slaughter & The Dogs, los Wythenshawe, Jilted John, The Nosebleeds (pioneros en mezclar música clásica con punk), The Drones, John The Postman, Alberto y Lost Trios Paranoias fueron algunos de los nombres más luminosos de la ciudad. Aunque fueron bandas influenciadas por el sonido crudo del punk, muchas de ellas incursionaron en fusiones y sincretismos sonoros que le permitieron al punk evolucionar hacia el postpunk y el new wave. Y es que parte del new wave británico nació en Mánchester cuando Devoto se fue de los Buzzcocks y formó Magazine en donde pudo usar los teclados que Shelly no quería.
Hace un par de años, la disquera Cherry Red lanzó la caja Manchester: North Of England, un producto esencial para entender todo el impacto que generaron los Buzzcocks en la ciudad y toda la región del condado del Greater Manchester desde su EP debut. Uno de los grandes valores que tiene este compilado de 7 discos y 143 canciones es poder apreciar la riqueza y variedad de sonidos, géneros y estilos que se gestaron en Mánchester a partir de un concierto. La selección de artistas está curada en orden cronológico desde “Breakdown” de los Buzzcocks hasta “Columbia” de Oasis con lo que se abarca la evolución del punk hacia los terrenos del postpunk, el new wave, el synthpop, el electropop, el rock gótico e industrial, la neo-psicodelia, el dance alternativo, el indie rock, el dub y los sonidos tribales y, por supuesto, el icónico madchester establecido por los Stone Roses, Inspiral Carpets y Happy Mondays.
Más allá de los datos cuantitativos, estadísticos y, el valor acumulativo en términos de información que ofrece esta caja, lo más interesante es lo que se legitima, sobrevive, se recupera y trasciende en el tiempo. Gran parte de los artistas elegidos en este box set puede que a muchos de ustedes no les diga nada (Acid Dub Tabla, The Fox, Deaf, Bricks, Bee Vamp, The Passage, Ludus, Syncopation, Swamp Children, The Weeds, Yargo, Carmel y su visionaria “Sugar Daddy”, entre otros), es imposible conocer todo lo que se ha creado en una ciudad. Es un exhaustivo recorrido por el extraordinario archivo creativo de este orgulloso bastión provincial, la guía definitiva de las tendencias en el norte del Reino Unido que determinaron la evolución de los sonidos del sur del país.
Este tipo de productos refrendan el legado creativo, la apuesta artística y la experimentación que se vivió en un periodo irrepetible de veinte años, y nos recuerda que la grandeza musical de Mánchester es mucho más que Joy Division, Simply Red, The Smiths, New Order, James, Oasis, A Certain Ration, The Chameleons, The Charlatans, Electronic, Chemical Brothers, entre otros. Y eso, ya es mucho decir.