Los Bee Gees siguen "alive"
Un documental rescata el legado de una de las bandas más grandes de todos los tiempos y nos recuerda el maltrato que ha recibido su obra desde Warner Music.
Supe del documental de los Bee Gees (The Bee Gees: How Can You Mend a Broken Heart) por una breve reseña de la escritora Sylvie Simmons que lo describía como emotivo y meritorio. A diferencia de lo que mi amigo Sandro Romero piensa de mí (que solo oigo la música de Pink Floyd, King Crimson y Ultravox), las memorables canciones de los Bee Gees hacen parte de mi vida desde 1998 cuando salió al mercado el majestuoso en vivo One Night Only. Aunque no dudo que su música está en mi memoria desde mucho antes, porque a mi papá le encantaba el grupo y en nuestra discoteca estaba la banda sonora de Saturday Night Fever. Así que crecí oyendo “Staying Alive”, “Tragedy”, “Nights On Broadway”, “How Deep Is Your Love” y tantas otras, las mismas que sonaban una y otra vez en Surcos del Pop y Boogie Nights en 99.9 FM.
En cuanto al documental, resume en menos de dos horas la vida y obra de los Bee Gees, desempolva secretos, saca a la luz algunas verdades incómodas de la relación entre Robin y Barry Gibb, revive momentos dolorosos como la quema de discos de “música disco” que tanto les afectó, el descubrimiento del falsete de Barry Gibb, reinventarse como compositores para otros artistas (Barbara Streisand, Celine Dion, Kenny Rogers) todo bajo la mirada atenta de sus músicos, disqueros y productores. Hay algo muy emotivo que dice Noel Gallagher en el documental: “tres voces de tres hermanos no es algo que compras en una tienda de instrumentos como una Gibson o una Fender y eso es la música es valiosísimo, más si logran la harmonía perfecta”. Grandes músicos, grandes compositores, crearon obras inmortales que han trascendido en el tiempo. Lograron reinventarse y se adaptaron a los cambios de las décadas sin caer o perder la batalla. Siempre fueron ellos, los Bee Gees, maestros de crear grandes canciones inolvidables como “Words”, “World”, “How Can You Mend a Broken Heart”, “Holiday”, entre otras.
El documental deja una carta abierta y una invitación para que el espectador revisite la obra del grupo, maltratada y casi desaparecida del mercado del disco. Cuando el catálogo de los Bee Gees pasó durante un tiempo de RSO/Polydor (Uninversal Music) a Warner Bros Records (Warner Music) con el álbum E.S.P (1987), la multinacional norteamericana mató gran parte de su obra anterior, dejando vivos solo los discos de éxitos y los que fueron lanzados relativamente después del traspaso como el Bee GeesGreatest (primero apareció bajo Polydor) y Their Greatest Hits (Reprise). Una obra con trabajos sólidos y trascendentales como Odessa, Main Course, Children of the World, Spirits Having Flown, Life in a Tin Can, Mr. Natural y Trafalgar, desaparecida injustamente de las tiendas de discos y limitada a la curaduría de éxitos, arbitraria e injusta porque no olvidemos que joyas de gran factura musical y vocal como “Let There Be Love”, “Kitty Can”, “South Dakota Morning”, “Can´t Keep a Good Man Down”, “Harry Braff”, “Saw a New Morning”, “Living Eyes”, “Wind of Change” y “Come Home Johnny Bride” no se incluyen en las selecciones de hits (están en la playlist adjunta).
Otro aspecto que sorprende del trato al amplio catálogo de los Bee Gees, y que a estas alturas no tiene respuesta, es por qué varios de sus grandes hitos no se han reeditado o remezclado salvo Odessa que tuvo una tímida Deluxe Edition de tres discos en 2009 y solo comercializada en Europa. Puede ser, intuyo, por el traslado de sus derechos entre Universal y Warner, pues aunque editaron otros álbumes desde 1993 y hasta el 2004 con Universal Music (Size, Still Waters, This Is Where I Came In), en 2007 todo el catálogo del grupo pasó, finalmente, a manos de Warner y los discos de los años sesenta y setenta los dejaron agonizar al punto de ser solo visibles en digital. Recuerdo esto perfectamente porque cuando sucedió trabajaba en Universal Music Colombia y habíamos lanzando un álbum de Números 1 al mercado que tuvimos que recoger y picar, junto con el resto del catálogo que pasaba el sueño de los justos en la bodega de Funza.
Imaginemos por un instante que esto mismo sucediera con la obra de los Beatles o los Stones, sería una tragedia para la conservación del arte y el legado musical de un grupo. Y es justamente lo que le está pasando a grandes artistas que han tenido amplia movilidad con sus catálogos como son los casos de Eric Clapton y Van Morrison. En mi labor de arqueólogo paciente, he tenido la fortuna de encontrarme con algunos álbumes de los Bee Gees en CD que llegaron a mis manos de forma inesperada en París y Bogotá, o vía Amazon como fue el caso de Horizontal que apareció una tienda de baratijas en el Bulevar Saint-Michel, o el incunable Main Course que lo tenía un vendedor de segunda en Amazon a la módica suma de dos dólares.
Más allá de estas cuestiones que hoy en día solo nos afectan a los románticos completistas que añoramos tener la obra total de los grupos que amamos, valoro el esfuerzo de este documental producido por HBO por mantener vivo el legado y la obra de una de las agrupaciones más importantes de la historia del rock a través de fuentes y testimonios confiables que reivindican 55 años de trayectoria y que se resiste a ser enterrada por el paso del tiempo. Nunca es tarde para cantar a todo pulmón esos grandes clásicos que siguen sonando en la memoria de miles y miles de seguidores que tenemos claro que el legado de los Bee Gees va más allá de la vida de su catálogo. Por fortuna, en Spotify se encuentra toda su obra y los Bee Gees siguen vivos, a pesar de Warner Music.
Playlist
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Imperdibles de su catálogo
Estoy totalmente de acuerdo. Es lamentable que las disqueras desaprovechen esos catálogos extensos y que cosas de la vida, ahora se pierdan. ¡Si no les cuesta casi nada tenerlos disponibles! Más ahora con el creciente mercado del vinilo, podrían aprovechar y relanzar esos maravillosos discos. Y Jacobo, con una anotación final: los tres álbumes "Rare, Precious & Beautiful" que recogen sus grabaciones anteriores a 1967 en Australia. Esos discos siempre con una hermosa mariposa en la carátula, incluyen temas como "Spicks and Specks", "Where Are You", "Cherry Red", una curiosa versión de "Ticket to Ride " (sí, la de Beatles), "I Was a Lover, a Leader of Men", "You Won't See Me" (si, la de Beatles), The Three Kisses of Love", entre otras. Por el internos te mando la foto de la carátula del volumen 2,