Los horizontes acústicos de Steve Hackett
Un nuevo álbum revive su pasión por la guitarra clásica y nos recuerda su grandeza como compositor.
Supe de la existencia del guitarrista británico Steve Hackett cuando llegó a mis manos, hace más de veinte años, el álbum Selling England by The Pound de Genesis. Recuerdo que uno de los primeros aspectos que me llamó la atención fue su manera tan única de ejecutar la guitarra y de hacer aportes acústicos y sinfónicos a la compleja obra de la banda liderada por Peter Gabriel. Basta con escuchar la hermosísima “More Fool Me” ⸻con Phil Collins en las voces⸻: solemne, delicada y dejando en cada espacio las notas justas para adornar una canción que se separa de otras más elaboradas y complejas de ese álbum como “The Cinema Show”. En la medida que fui descubriendo otros trabajos de Genesis como Foxtrot, A Trick of The Tail y The Lambs Lies Down on Broadway, me di cuenta de que en cada disco estaba la voz particular de la guitarra de Hackett, esa que también inspiró a otros grandes como Eddie Van Halen. Hackett no era el dueño creativo de Genesis sino un soldado más en la banda que lideraba el teclista Tony Banks desde lo musical, así que cada aporte de su única forma de tocar la guitarra era motivo de celebración. Escuchen el solo de “Firth of Fifth” para que dimensionen lo que digo.
El caso es que cuando Hackett se fue de Genesis a finales de 1977, porque no tenía cabida desde lo creativo, parte de su consigna fue la libertad artística, siempre sustentada por un estilo que rara vez se salió del concepto de rock progresivo o sinfónico. En 1983, y tras una seguidilla de seis trabajos sólidos, Hackett sorprendió a sus seguidores con un álbum completamente acústico dedicado a su exesposa Kim Poor: Bay of Kings, un álbum que daba la sensación de que Hackett lo empezó a escribir desde que dejó la majestuosa “Horizons” en Foxtrot. Pero lo que el guitarrista británico hizo en ese álbum fue tomar todas las influencias de la guitarra clásica española, especialmente de Andrés Segovia y Narciso Yepes, del barroco italiano y de la obra para clavicordio de Bach para dejar uno de los álbumes de mayor factura en su carrera. Desde entonces, y cada tanto tiempo, Hackett sorprende a sus seguidores con álbumes acústicos en los que desarrolla y ejecuta todas las bases adquiridas de años y años de estudio de la guitarra clásica. A inicios de este año Hackett regresó con su sexto álbum acústico, tras casi trece años de mantenerse al margen de este camino creativo.
Under A Mediterranean Sky apareció en un buen momento para la obra del guitarrista inglés por cuenta del impacto positivo que tuvo su álbum At The Ege of Light (2019), uno de los más destacados de su amplia obra. El origen del álbum surgió a partir de una serie de visitas que Hackett hizo con su esposa Jo a Andalucía ⸻donde redescubrió los caminos y los afluentes de la guitarra española⸻ además de otras ciudades del Mediterráneo en Italia, Malta, Marruecos, Francia y Grecia. De cada lugar, monumento y momento, Hackett fue tomando notas que le ayudaron a edificar un trabajo con connotaciones sinfónicas, cinematográficas, cargado de introspección y de una mirada pausada al convulsionado paso del tiempo.
Los once cortes del álbum funcionan como una especie de diario que inmortaliza cada momento y cada postal que quedó registrada en su memoria. Uno de los tantos encantos que tiene este disco, además de las notables influencias del músico John Williams, es la fusión de melodías e instrumentos del Medio Oriente (duduk y laúd ) con los sonidos del Mediterráneo, casi que siguiendo los pasos de Loreena McKennitt en su aclamado álbum An Ancient Muse donde la compositora canadiense estudió las diversas facciones de la música celta europea. Y es que no en vano Hackett en el primer corte del disco, “Mdina (The Walled City)” nos indica el camino que seguiremos en cada una de las piezas del álbum: concierto para guitarra y orquesta.
Tras una introducción sinfónica, muy en la onda de John Williams, Hackett se va hasta la música de Stravinsky para revivir un fragmento de los “Ritos de la primavera” y de paso meternos en una lección magistral de guitarra clásica, como si estuviera en un duelo con Andrés Segovia a algún monumento de la Alhambra. Una joya audaz, cinematográfica y literaria, como muchas de las piezas acústicas que nos ha dejado Hackett en discos como Momentum.
En la medida que el álbum avanza, Hackett por momentos simplifica su apuesta y entra en una onda minimalista donde solo él y su guitarra española dialogan con quien se encuentra al otro lado, levitando con cada sonido que sale de su instrumento. Es un disco sólido que tiene, a mi modo de ver, cuatro momentos sublimes: la zimmeriana “Casa del Fauno”, “Adriatic Blue”, “The Lorato” y “Joi de Vivre”, una pieza de amplia destreza melódica y de agilidad en la ejecución de los arpegios; un regalo más que adecuado para el mediterráneo francés. Junto a Roger King en los teclados, Rob Townsend en el saxofón, Christine Townsend en el violín y John Hackett en la flauta, su hermano y viejo coequipero de mil batallas, Hackett ha creado un clásico en todo el sentido de la palabra en el que tuvo tiempo hasta para incursionar en el flamenco y no fallar en el intento como sucede en “The Memory of Myth”, una apuesta mayor en su calidad de intérprete y compositor.
Under A Mediterranean Sky es un álbum que reivindica la obra de arte por el arte y su excelencia, y se aleja, por fortuna, de la lapidaria dictadura del clic de Spotify (no está en esa plataforma, aunque hay unos clips en YouTube) que ha matado al álbum como concepto y obra. Alabado sea Steve Hackett y sus horizontes acústicos.
Álbum disponible en CD y LP.
Super
Gracias infinitas por esa descripción tan precisa, clara y motivante.