Un enigma llamado Ultravox
Acaba de salir la reedición del cuarto álbum de la banda británica Ultravox, un trabajo avanzado producido por George Martin y remezclado por Steven Wilson.
Para comprender la historia de Ultravox, es necesario remontarse a finales de 1977 cuando el punk británico había perdido su esencia y su razón de ser. “Se había convertido en una parodia de sí mismo”, en palabras del escritor Simon Reynolds. La lucha romántica que libraron los pioneros por mostrarse ajenos a las leyes comerciales de las disqueras se había tornado en todo lo contrario: el punk cayó en las garras de la industria (EMI, Virgin, CBS, Polydor, Island). Bajo la presión de las disqueras y la gran cantidad de bandas que aparecieron en el ecosistema del rock, esa fuerza artística se fracturó en dos caminos posibles para los músicos de esa corriente: los más radicales y puristas como The Damned, Buzzcocks, U.K. Subs, The Slits, Jilted John y Rich Kids se mantuvieron fieles al punk y su estilo puro que proponía una música básica y sin mayores pretensiones artísticas, visuales y económicas.
En el otro grupo quedaron los más arriesgados, los inconformes y vanguardistas que decidieron romper con la filosofía radicalista del punk: postpunks que encontraron en la música de la trilogía berlinesa de Bowie, en el rock alemán de Can y la corriente electrónica de Berlín, en el jazz, el dub, el soul y el reggae, en la literatura de William Burroughs, el cine francés de la Nueva Ola y en la moda de los mods de los sesentas, influencias e ideas que podían convivir con su estilo puro de hacer rock. Ahí estaba Ultravox!, sí, con signo de admiración al final, junto a otras bandas avanzadas del momento como The Jam, PIL, Joy Division y Tubeway Army, artistas que, aunque estuvieron cobijados por el punk e incluyeron en su música elementos sonoros y estéticos de ese género, tomaron una posición musical más abierta y variada. La música de las bandas postpunk evolucionó y sonó mejor, en parte por el uso de teclados.
Ultravox! se formó en Londres en 1973 y experimentó varios cambios de formación antes de consolidarse con John Foxx como vocalista principal, además de los músicos Chris Cross, Billy Currie, Warren Cann y Stevie Shears. Con Foxx como líder, Ultravox! desarrolló un sonido distintivo y vanguardista que fusionaba elementos del rock, la música electrónica y la experimentación sonora. Se inspiraron especialmente en artistas vanguardistas de la corriente del krautrock como Cluster, Neu! y Harmonia. Su homónimo álbum debut apareció en 1977 y fue aire fresco para la onda de los postpunk que buscaban afanosamente desligarse de la crudeza del legado de los Sex Pistols. Pero la crítica fue despiadada con el grupo y el disco pasó desapercibido. Sin embargo, con su tercer álbum Systems of Romance (1978), Ultravox! comenzó a ganar reconocimiento y seguidores en todo el Reino Unido gracias a canciones como “Slow Motion” y “Quiet Men”. El panorama era prometedor para el grupo hasta que John Foxx decidió dejarlos en 1979 para seguir una carrera en solitario. Su partida marcó el fin de la primera etapa de Ultravox! y les abrió el camino para una nueva fase con el escocés Midge Ure como vocalista principal.
Ure venía de trabajar a finales de los setenta con Visage y Thin Lizzy (donde conoció a Billy Currie) y así terminó involucrado con el grupo. Lo primero que hicieron fue quitar el signo de admiración del nombre y cambiar el sonido, dándole mayor fuerza al uso de los sintetizadores y violines. A finales de 1980, apareció Vienna, cuarto álbum del grupo, con el que se estableció un antes y un después. El sencillo “Vienna” llegó al número 2 en las listas británicas y el resto es historia. Además del cambio radical en su concepto y sonido, lo que más llamó la atención de la crítica en ese momento era el rango vocal de Midge Ure. Pocos cantantes de su generación sonaron de esa manera, tal vez Alisson Moyet y Marc Almond se le acercan.
Toda esta historia es necesaria para comprender porque la reedición del álbum Quartet es motivo de alegría entre sus seguidores y aquellos que amamos con fervor todo lo que se hizo en materia musical en el Reino Unido e Irlanda entre 1976 y 1987. El sexto álbum del grupo apareció en octubre de 1982 y es considerado su trabajo más exitoso en parte por haber sido producido por Sir George Martin y porque canciones como “Reap the Wild Wind”, “Serenade”, “Visions in Blue” y, especialmente, “Hymn” (fue número 11 en listas británicas) rotaron habitualmente en la radio local. Un tema con connotaciones épicas que describe una época de corrupción en la que “todo lo bueno caerá en desgracia”, letra inusual para ese momento por usar referencias bíblicas.
A diferencia de los dos trabajos anteriores con Ure (Vienna y Rage in Eden, producidos por el alemán Conny Plank), Quartet presenta un sonido más sólido, envolvente y melódico, lejos del concepto oscuro y experimental de sus predecesores, casi que acercándose al art rock. El disco marcó un cambio hacia un enfoque más electrónico y ayudó a consolidar a la banda en la corriente principal de la música synthpop, liderada en aquel momento por Soft Cell, OMD y Depeche Mode. Hay discos que se vuelven míticos y crepusculares en la carrera de una banda, de ahí la importancia de Quartet, el álbum que conquistó a la exigente prensa británica.
La reedición de siete discos compactos que se acaba de lanzar fue mezclada y producida por Steven Wilson, líder de Porcupine Tree, gran admirador de Ultravox y quien nunca ha negado la influencia en su música. Además de sonido mejorado, bonus tracks, cortes inéditos y nuevas mezclas, esta edición de 70 canciones incluye 47 cortes inéditos y un disco en vivo grabado en el Hammersmith Odeon, a finales de 1982 durante la gira promocional del álbum, y que incluye además algunos temas clásicos del catálogo del grupo como “Vienna”, “The Thin Wall”, “New Europeans”, “Sleepwalk”, “I Remember” y “The Voice”, otra canción memorable en el amplio catálogo de grandes melodías que tiene Ultravox.
Una banda que poco o nada sonó en Colombia, por aquellos caprichos absurdos de la radio comercial de la época que solo programaba lo que era éxito en Billboard, aunque nunca es tarde para conocer su gran legado, mucho más avanzados e inquietantes que Erasure, Wham y Culture Club…
Escuche Quartet:
11 temas memorables (además de los que ya se mencionaron) de las dos etapas de Ultravox:
1. “I Remember” (Rage in Eden, 1981)
2. “Mine for Life” (Quartet, 1982)
3. “Astradyne” (Vienna, 1980)
4. “Dancing With Tears in My Eyes” (Lament, 1984)
5. “Hiroshima Mon Amour” (Ha! Ha! Ha, 1977)
6. “White China” (Lament, 1984)
7. “Slow Motion” (Systems of Romance, 1978)
8. “Passing Strangers” (Vienna, 1980)
9. “One Small Day” (Lament, 1984)
10. “Monument” (Quartet, 1982)
11. “All Stood Still” (Vienna, 1980)
Maravilloso artículo que invita a explorar a esta banda 👏🏻👏🏻