El pasado 9 de agosto no murió Robbie Robertson, murió una parte esencial del rock norteamericano. Podría usar una frase de Don McLean para complementar esta idea: “But something touched me deep inside…The day, the music died”. A diferencia de otros artistas más mediáticos o visibles, Robertson fue una figura enigmática, de bajo perfil, fascinante en todo el sentido de la palabra y de difícil aproximación y comprensión, un poco como sucede con Bob Dylan, y de ahí radica una gran parte de su encanto y el interés que genera su obra. En su amplio legado habitó parte esencial de la historia oral y tradicional del folclor de los Estados Unidos (y de Canadá), y no deja de sorprender que haya sido un quinteto, conformado por cuatro canadienses y un gringo de Arkansas (Levon Helm), quienes mejor lo entendieron. Aunque Helm siempre se sintió más canadiense que gringo.
"El peso" de la muerte de Robbie Robertson...
"El peso" de la muerte de Robbie Robertson…
"El peso" de la muerte de Robbie Robertson...
El pasado 9 de agosto no murió Robbie Robertson, murió una parte esencial del rock norteamericano. Podría usar una frase de Don McLean para complementar esta idea: “But something touched me deep inside…The day, the music died”. A diferencia de otros artistas más mediáticos o visibles, Robertson fue una figura enigmática, de bajo perfil, fascinante en todo el sentido de la palabra y de difícil aproximación y comprensión, un poco como sucede con Bob Dylan, y de ahí radica una gran parte de su encanto y el interés que genera su obra. En su amplio legado habitó parte esencial de la historia oral y tradicional del folclor de los Estados Unidos (y de Canadá), y no deja de sorprender que haya sido un quinteto, conformado por cuatro canadienses y un gringo de Arkansas (Levon Helm), quienes mejor lo entendieron. Aunque Helm siempre se sintió más canadiense que gringo.